fondo ojos

¿Qué es el fondo de ojo?

Es un exámen que se realiza observando a través de la pupila dilatada. Gracias a la arquitectura del ojo, se pueden observar en condiciones normales casi todas las estructuras internas . Lo componen el humor vítreo, que esta ocupando la cavidad vítrea, es un gel transparente, y la retina, que es una membrana muy especializada en recibir la luz. El centro de la retina se denomina  mácula, y es la responsable de la visíon fina, discriminativa y de los colores. También se observa el nervio óptico, las arterias y venas retinianas, así como las capas más internas sobre las que se apoya la retina denominada coroides. Ocupa el 90% del volumen del globo y es la zona noble donde verdaderamente se lleva a cabo el proceso de la visión, transformando un estimulo lumínico en un estimulo químico capaz de ser captado por el cerebro.

¿CUÁLES SON LAS PATOLOGÍAS MÁS FRECUENTES DEL FONDO DEL OJO?

a) DEGENERACIÓN MACULAR ASOCIADA A LA EDAD
¿Que es la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE)?
La DMAE o Degeneración Macular Asociada a la Edad es una enfermedad que se produce debido a un proceso degenerativo que afecta a la zona central de la retina, que es la mácula.

La mácula es muy importante porque es la responsable de nuestra agudeza visual,y nos permite realizar tareas cotidianas, como leer o conducir.

Existen dos variantes de degeneración macular asociada a la edad (DMAE):
– DMAE seca o atrófica: es la más frecuente y digamos mas benigna por su evolución más lenta, por lo que al final es menos invalidante.

– DMAE humeda o exudativa: es mucho mas agresiva, de más rápida evolución, y sin tratamiento puede producir una pérdida de la visión central, y peor aún cuando se afectan los dos ojos.

¿Cuales son los factores de riesgo de la DMAE?
La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una enfermedad multifactorial en la que el principal factor de riesgo es la edad.

También existen otros factores de riesgo, como pueden ser los factores genéticos y los factores ambientales.
Dentro de los factores ambientales podemos destacar aquellos que estan relacionados con el estrés oxidativo, entre los cuales podemos remarcar el tabaquismo, la hipertensión arterial, la arterioesclerosis, la exposición a radiaciones ultravioletas o las dietas deficientes.

Esto es importantísimo desde el punto de vista de la prevención de la degeneración macular, ya que podemos introducir cambios en los hábitos de vida y en los factores de riesgo controlables, antes de que se desarrolle la enfermedad.

¿Qué tratamiento tiene la DMAE?
Debemos distinguir entre las dos formas de degeneración macular asociada a la edad:
– Tratamiento de la forma de DMAE seca o atrófica:
Hoy por hoy, no existe ningún tratamiento que nos permita renovar las células que se han destruido. Por tanto tenemos que insistir en el control de los factores de riesgo y en ingesta de vitaminas y antioxidantes, porque así podremos prevenir esta en un 25% en el avance hacia una forma exudativa y su consiguiente pérdida visual.

Esta recomendada realizar una dieta rica en vitaminas, antioxidantes E y C, también en luteína y ciasantina que podemos encontrar en la mayoría de las frutas, verduras y legumbres, y también una dieta rica en ácidos grasos omega 3 que están presentes en el pescado azul o en los frutos secos.
– Tratamiento de la forma de DMAE exudativa o húmeda:
El tratamiento más útil en este momento es lo que denominamos como terapia antiangiogenica, con la que conseguimos poder detener la exudación que aparece en la mácula de estos pacientes y por lo consiguiente también frenamos la pérdida visual e incluso podemos conseguir mejorarías en las agudezas visuales.
Este tratamiento se realiza con unos fármacos que bloquean el factor de crecimiento endotelial vascular y que administramos mediante inyecciones intravítreas que en muchos pacientes tienen que ser repetidas de forma períodica para conseguir un resultado estable.

b) TROMBOSIS VASCULARES RETINIANAS
Denominamos trombosis vasculares retinianas a las oclusiones que se producen en las ramificaciones vasculares que nutren a la retina, tanto en venas como en arterias.
Las obstrucciones vasculares tienen su origen bien en la formación de coágulos en el interior de los vasos (trombos) o bien a partir de coágulos formados a distancia que tras desprenderse de las paredes y viajar por el torrente circulatorio, impactan sobre los vasos retinianos (émbolos), e impiden el normal funcionamiento del sistema vascular.
En la génesis de los trombos retinianos tienen especial relevancia los llamados factores de riesgo cardiovascular, especialmente la hipertensión arterial sistémica, así como la hipercolesterolemia, la obesidad, el tabaquismo y la diabetes Mellitus. También tienen trascendencia enfermedades generales que predisponen al incremento de la viscosidad sanguínea, como el Síndrome Antifosfolípido por ejemplo.
Otros factores a nivel local no menos importantes son tanto el glaucoma (es decir con presión intraocular elevada) así como el incremento de la presión intraocular por otras causas como los traumatismos, ya que pueden favorecer el colapso de las paredes vasculares.
Dentro del espectro de las oclusiones vasculares distinguimos por las implicaciones clínicas y pronosticas, y sobre todo por criterios anatómicos, aquellas que se producen sobre arterias de las producidas en el sistema venoso:

Obstrucciones venosas

  • Obstrucción de Vena Central de Retina (OVCR)
  • Obstrucción de rama venosa (ORV)

 

Obstrucciones arteriales

  • Obstrucción de Arteria Central de Retina (OACR)
  • Obstrucción de rama arterial (ORA)

 

En líneas generales, las obstrucciones venosas son más frecuentes que las arteriales, especialmente aquellas que afectan a las ramas de la red venosa (ORV).

Obstrucción venosa de la retina
Los pacientes afectos de Obstrucción venosa suelen consultar al Oftalmólogo presentando un cuadro de pérdida de agudeza visual indolora de un solo ojo, que puede afectar a todo el campo visual (OVCR) o a una sección del mismo (ORV).
Tras el proceso agudo, el paciente puede experimentar una mejoría de su agudeza visual en el trascurso de los meses o no, dependiendo en parte de la extensión de la obstrucción venosa así como de la repercusión funcional de la misma, por lo que se recomienda la visita a un oftalmólogo especialista en enfermedades retinianas en la mayor brevedad posible, para poder hacer una primera aproximación diagnóstica, terapéutica e incluso pronostica del cuadro clínico.
Una de las complicaciones asociada a la Obstrucción venosa es el acumulo de líquido a nivel retiniano, concretamente en el área macular lo que denominamos Edema Macular. Es entendible que esto suceda así ya que es el sistema venoso el que se encarga del retorno circulatorio y en una situación de colapso, el retorno no se produce de la misma forma que en condiciones fisiológicas. El acumulo de líquido a nivel de la mácula puede conllevar una peor recuperación de la agudeza visual final.
Hoy en día disponemos de la tecnología conocida como Tomografía de Coherencia Óptica (OCT) de última generación, que nos permite realizar una valoración rápida y eficaz de dicha situación, así como una monitorización del curso natural del edema macular tras su tratamiento.
Cuando las condiciones médicas son las adecuadas, se puede instaurar tratamiento en el ojo afecto de edema macular secundario a obstrucción venosa. Dichos tratamientos son:
– Fotocoagulación con láser argón, cuyo fin último es crear cicatrices en las áreas de edema y favorecer el “secado” de las mismas.
– Inyecciones intraoculares repetidas de antiangiogénico , con capacidad de disminuir la permeabilidad vascular, y por tanto la exudación de líquido. Dichas inyecciones han de ser aplicadas con una periodicidad mensual hasta conseguir la estabilización del cuadro. La instauración del tratamiento se realiza de forma ambulatoria, no requiriéndose ingreso del paciente, siendo la tasa de complicaciones extremadamente baja.
– Implante de liberación tardía de Dexametasona (Ozurdex®); la dexametasona actúa disminuyendo el edema generado por la propia obstrucción venosa, y dada la presentación en implante, la liberación del fármaco intraocular se produce aproximadamente durante 5 o 6 meses. Por lo tanto, el tratamiento puede llegar a estabilizar y mejorar la visión hasta durante 6 meses requiriéndose en ocasiones nuevos implantes pasado ese tiempo. La técnica de implante de Ozurdex® se realiza en un medio estéril (quirófano) con todas las garantías de asepsia que incluyen el uso de antibióticos previamente y después de la inyección del mismo. El tipo de anestesia empleado es local y no precisa ingreso hospitalario ni reposo de larga duración, aunque sí un protocolo de visitas en la consulta para controlar cualquier tipo de efecto adverso. Los resultados obtenidos en los pacientes en los que se aplica el tratamiento de forma precoz son mejores que en aquellos en los que se demora la intervención.
La elección de uno u otro tratamiento responde a criterios estrictamente médicos e incluso en ocasiones, nos vemos avocados al empleo de la combinación de varios de ellos dependiendo de la severidad del cuadro.
Otra de las complicaciones que presentan los pacientes con obstrucción vascular (en este caso tanto venosa como arterial) es la formación de los llamados neovasos, cuya intención primaria es la de suplir vascularmente el tejido retiniano que en ocasiones queda sin suficiente aporte de oxígeno tras el colapso vascular, pero que como consecuencia patológica pueden acarrear el incremento de la presión ocular, el sangrado e incluso el desprendimiento de la Retina, ya que estos vasos neoformados no tienen las características anatómicas adecuadas.
Uno de los tratamientos clásicos que se ha postulado de mayor utilidad en el tratamiento de esta última complicación es la aplicación de láser argón.

Obstrucción arterial de la retina
La Obstrucción arterial produce así mismo una pérdida de agudeza visual indolora en segundos, que en ocasiones viene precedida de una pérdida transitoria de la visión.
El nivel de agudeza visual de los pacientes afectados es menor que los que presentan obstrucciones venosas, siendo también de peor pronóstico en cuanto a la capacidad de recuperación visual.
Aunque existen discrepancias en cuanto a la utilidad de los tratamientos descritos para este síndrome, se aconseja acudir a la consulta del oftalmólogo ante la mínima sospecha de dicho cuadro ya que la intervención precoz en ocasiones puede conllevar un mejor pronóstico.

Conclusiones
En conclusión, podemos afirmar que las obstrucciones retinianas son una causa potencial de pérdida de agudeza visual severa, cuya incidencia se incrementa de la misma manera que lo hacen aquellas patologías que la predisponen, como la hipertensión arterial o el incremento del colesterol.
Los tratamientos actuales suponen un gran avance con respecto a las terapias previas de las que disponíamos, ya que en muchas ocasiones nos permiten estabilizar y minimizar las consecuencias de estos eventos vasculares.